BIOLOGÍA CRIMINAL
BIOLOGÍA CRIMINAL
Como ya hemos comentado más de una
vez, la criminología es una ciencia interdisciplinar, es decir, en ella se
integran y coordinan distintos saberes de disciplinas científicas muy variadas
con el objetivo de ayudar a la resolución de un crimen y estudiar tanto a su
autor como a la víctima. En este artículo vamos a hacer una breve introducción
a la biología criminal, muy importante para el criminólogo ya que en muchas
ocasiones las pruebas del delito consisten en restos biológicos. Empezaremos
por la explicación de los diferentes modelos biológicos, los cuales pretenden
explicar el comportamiento criminal.
La biología criminal parte de la idea
de la predisposición a la delincuencia, esto es, que hay personas que son
criminales porque genéticamente tienen una patología, un desorden fisiológico o
una disfunción que los lleva a delinquir. Al llevarlo en los genes, estas
personas no pueden evitar cometer delitos; es algo que escapa a su esfera de
control. Nacieron así y, por ende, no se les puede resocializar o enseñar que
dichos comportamientos o actos no son apropiados, pues no se puede hacer nada
para modificar su conducta innata. Según García-Pablos de Molina (1994), esto
supone que el victimario es “un esclavo de su herencia”, y que la libertad
humana estaría condicionada, ya que nada sucedería al azar.
Estas teorías respecto a la
criminología biológica surgieron a finales del siglo XIX y principios del
siguiente con Lombroso, Ferri y Garófalo, que asociaban ciertos rasgos físicos
con una tendencia criminal. Consideraban que la fisiología del delincuente era
muy distinta a la del no delincuente, presentando la primera ciertos rasgos o
disfunciones muy característicos. Si bien esta teoría recibió numerosas
críticas, también es cierto que ha tenido grandes repercusiones en la historia
de la criminología y su vertiente teórica, el derecho penal. Por ejemplo,
cuando en los años 50 se descubrió la estructura del ADN y se pudo relacionar
comportamientos delictivos con ciertas anomalías cromosómicas, o cuando en los
años 80 se relacionó la conducta humana con genes condicionantes -teorías
neodeterministas-.
Hoy nos vamos a focalizar en las
primeras investigaciones biologicistas que intentaban explicar el
comportamiento criminal:
1.- Antropometría. Su
máximo exponente fue Bertillon, que tomaba medidas del cuerpo humano con el
objetivo de conseguir una identificación de los delincuentes. Pese a que su
sistema de identificación fue muy útil en su época, no explicaba el hecho
criminal en sí.
2.- Antropología. Estas
teorías partían de la premisa de que existe de un tipo humano hipoevolutivo,
cuyas características son muy diferentes a las de los individuos no criminales
y que tienen un importante componente hereditario. Dado que ya hablamos de su
mayor defensor, Lombroso, en un artículo anterior, os remitimos al mismo por si queréis
profundizar en su teoría del delincuente nato.
3.- Biotipología.
Ciencia que se basa en la idea de que hay una correlación entre las
características físicas del ser humano y sus rasgos psicológicos. Existen
numerosas tipologías dentro de esta disciplina, entre las que destaca la
elaborada por Sheldon, que distingue tres tipos de sujetos:
o Endomorfo:
individuo que presenta células digestivas muy grandes. Son sujetos obesos y
psíquicamente sociales y hogareños. Su temperamento es extrovertido.
o Mesomorfo:
sujetos con una composición fuerte que presentan mayor desarrollo en huesos y
músculos. Su comportamiento tiende a ser ambicioso e inestable. Su temperamento
es enérgico.
o Ectomorfo:
individuos que desarrollan sobre todo tejido nervioso y piel, con un cuerpo
alargado. Su predisposición es a ser solitarios e introvertidos. Su
temperamento es esquizofrénico.
Los estudios de Sheldon se basan en la
comparación de más de 500 jóvenes delincuentes con otros que no lo eran,
llegando a concluir que la mayoría de los criminales eran mesomorfos,
porcentaje que aumentaba cuando se estudiaba a los más reincidentes. Como
rasgos característicos, el estudio señaló que los mesomorfos eran más
agresivos, audaces y fríos, así como que poseían mayor audacia y falta de
inhibiciones.
4.- Bioquímica. Esta
ciencia considera que no todos los hombres nacían con la misma capacidad de
aprendizaje y de relacionarse, rechazando así la idea de que todos los hombres
son iguales. Dictamina que el aprendizaje no es controlado por las
interacciones sociales o culturales, sino que se basa en procesos bioquímicos
que regulan y controlan al sistema nervioso central. Los componentes objeto de
estudio e investigación de este modelo son:
o Déficit
de vitaminas y minerales. En concreto, las vitaminas del grupo
B, básicas para el buen desarrollo y funcionamiento del cerebro. Incluso se
llegaron a hacer estudios que relacionaban la dieta de los presos con su nivel
de conflictividad durante su permanencia en la cárcel.
o Hipoglucemia. Se
intentaba relacionar los niveles bajos de azúcar en sangre con los
comportamientos delictivos. Existen estudios que relacionan hipoglucemias con
la comisión de asesinatos múltiples y agresiones sexuales. No obstante, no
existe ninguna prueba científica que avale esta teoría.
o Alergias.
Pese a no estar demostrado científicamente, se realizaron estudios que
asociaban el comportamiento delictivo con cuadros alérgicos que generaban
reacciones agresivas u hostiles.
5.- Genética criminal.
Diversos estudios intentaron comprobar si los genes influían en la aparición de
conductas criminales. Las líneas de investigación más importantes son:
o Estudios
de alteraciones cromosómicas. Destaca el estudio
realizado por Patricia Jacobs el año 1965, en el que concluyó que la trisomía
XYY -existencia de un cromosoma extra respecto a la dotación normal- se
encontraba con más frecuencia en la población reclusa. Aquellas personas con
este cromosoma de más serían supuestamente más agresivas y proclives a
delinquir.
o Estudios
de adopción. Se basan en la creencia de que el
comportamiento de los hijos es más parecido al de sus padres biológicos que al
de sus padres adoptivos. Los resultados indicaron que la probabilidad de que
haya un comportamiento delictivo en un adoptado cuyo padre biológico tiene
antecedentes penales es mayor, y que las tasas de criminalidad entre jóvenes
adoptados son mayores.
o Estudios
de familias criminales. Investigan los descendientes de una
sola línea y su tendencia a tener comportamientos delincuenciales.Defienden que
la conducta degenerada es transmitida genéticamente, sin tener en cuenta otros
factores.
Concluyendo aquí este breve repaso de
las teorías de la biología criminal, debemos preguntarnos si de verdad la
conducta delictiva está determinada por ciertos rasgos biológicos. En primer
lugar, existen numerosos individuos cuyas características físicas los
clasificarían como criminales y sin embrago nunca llegan a serlo. En segundo
lugar, las teorías biológicas solo se centran en el factor biológico de la
persona, olvidándose de todos los demás factores que también influyen en su
conducta. Así, la correlación entre las elevadas tasas de criminalidad entre
los miembros de una misma familia puede deberse a otros factores que no sean
solamente los biológicos, como la educación o el entorno del que se rodean y la
transmisión de valores delictivos.
En conclusión, si bien algunos
factores biológicos pueden influir en la conducta criminal de las personas,
éstos deben ponerse en relación con otros factores de tipo psicológico, social
y cultural.



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