Cultura Una diferencia radical entre el ser humano y cualquier especie animal

Cultura Una diferencia radical entre el ser humano y cualquier especie animal

El hombre es un ser cultural y como es sabido la cultura es un hábito que se aprende o se asimila. Desde antes de nacer estamos ya influidos por una cultura, la que nuestros procreadores traen inscrita, es decir, su historia. Esta circunstancia nos condiciona un referente de la vida que el procreado evará en un futuro; posiblemente predeciremos la religión, la educación, la comida y el lenguaje que adopte para sí mismo.
Somos seres anclados a una forma de vida puesto que vivimos en sociedad y por más que queramos escapar de ella, nos influye al mismo tiempo que nos crea nuestra subjetividad, porque aunque estemos inmersos en una cultura o forma de vida logramos crear ideas propias y esto es una de las cosas que nos diferencia de los otros animales, el ser humano vive en sociedad y en una cultura pero es capaz de imaginar, crear y razonar, es capaz de tomar sus propias decisiones en comparación con los animales, los cuales viven en manadas varados a una forma de vida dependiente del clima.
El ser humano depende de la cultura en la que vive y el animal del clima en el que vive; el hombre vive en una educación cultural y el animal busca exclusivamente su supervivencia.
Pero también el ser humano es un ser neotén, inacabado, inmaduro, incapaz de sobrevivir, un ser incompleto, dependiente, puesto a fallecer en el momento de nacer si no nace en sociedad.
Con esta introducción he de dar cita a una forma de pensar (Jacob Bronowsky) frente a una de las teorías más importantes a mi parecer (Neotenia) que ponen en juicio estas características que nos hacen diferente a las otras especies de animales:

Charles Darwin en su texto El origen de las especies en 1859 y en La descendencia del hombre en 1871 argumentaba que el hombre descendía del mono, desde ese momento el camino de la cultura humana tomó otro rumbo, a raíz de esta argumentación que aún sigue siendo una teoría, descendieron algunas otras teorías que explicaban el origen del hombre, algunas insistían en la comparación del hombre con el mono y no sólo con este tipo de animal sino con las otras especies parecidas a nosotros; ya lo decía Darwin somos seres en una cadena evolutiva y tenemos características de todas las especies de animales, es por ello que en los laboratorios se experimenta con ratas puesto que éstas tienen la particularidad de parecerse a nosotros o nosotros a ellas y en el juego de las palabras el ser humano es una rata escurridiza que intenta escapar a todas las enfermedades posibles de las cuales su mecanismo biológico no es capaz de evadir. Pero continuando con el tema cabe aclarar que no descendemos del mono, somos parientes de él, hay una parte en la cadena evolutiva en la que nos separamos de este animal y es en ese rompimiento de la cadena evolutiva por el cual el ser humano tiene la característica singular que ningún otro animal posee: El pensamiento.
El hombre es una criatura singular. Posee un cúmulo de dones que lo hacen único entre los animales: a diferencia de ellos, no es una figura del paisaje, es un modelador de este.
(Bronowski Jacob, El Ascenso del Hombre. F.E.I.  Casi Como los Ángeles, p.19)
Pero no he de ensalzar esta cualidad única del ser humano que por un lado puede verse como su vertiente angelical y que lo hace superior a cualquier especie animal, necesariamente he de criticar el texto casi como los Ángeles de Jacob Bronowsky donde compara al corredor (hombre atleta) con la gacela cuando termina diciendo que el corredor al escuchar el disparo de una pistola corre por un objetivo (ideal) y la gacela al contrario por miedo, a mi parecer tal comparación carece de sentido dado que el autor al situar al hombre como ente magnifico de la creación tan sólo por pensar olvida que este ser magnifico tiene otra capacidad que animales de otras especies no poseen: La cualidad de destruir.
Hasta ahora hemos de llevar dos cualidades que nos distinguen de los animales: Crear y destruir, al mismo tiempo que creamos el paisaje lo destruimos, pero… por qué!
Con esta pregunta voy a dar paso a la teoría que he de comparar con el pensamiento de Jacob Bronowsky: El ser humano es un ser incapaz de adaptarse a la naturaleza puesto que é adapta la naturaleza a sí mismo; somos seres que necesitamos cambiar nuestro entorno para vivir puesto que de no hacerlo de esta manera podemos perecer. Pero la incapacidad del hombre no acaba en esto.
Hay demasiados textos y teorías narcisistas que se encargan de ensalzar al hombre frente a las otras especies de animales (porque el ser humano también es un animal) debido a que -como ya he dicho- posee la característica única (he de dudarlo) del razonamiento  y por ello se ha de suponer que somos superiores.
Pero, de otro lado, hay características físicas que hacen de la nuestra una especie infinitamente inferior a cualquier otra especie de animal: Cuando nacemos somos seres incompletos, carecemos de pelo, dientes, necesitamos de otro ser humano mayor que nosotros para sobrevivir.
Salí demasiado pronto, prematuro, ni hecho ni por hacer, tan poco acabado que habría debido fallecer sin dejar huella. Tabiques cardíacos sin cerrar, inmadurez postnatal del sistema nervioso, insuficiencia de los alvéolos pulmonares, circunvoluciones cerebrales a duras penas desarrolladas, crecimiento físico insuficiente respecto a las normas constatadas en los demás mamíferos…
(Dany Robert Dufour. Carta sobre los neotenes, los axolotl y las Venus de Botero)
Precisamente se trata de una de las teorías que nos hacen ver nuestra inferioridad frente a los otros animales: La teoría de la Neotenia (En 1926, el anatomista Bolk nos revelo el hecho de que somos seres neotenes).
Somos totalmente diferentes a las otras especies de animales: Creamos, destruimos y somos prematuros.
Pero… ¿Qué especie no es diferente de la otra?
Lo que las teorías citadas me permiten concluir es -a mi parecer- la más clara diferencia entre el ser humano y las otras especies de animales; no es pensar (a veces pienso que los animales piensan), ni tampoco la capacidad física (cualquier especie es diferente en capacidad física): Lo es la cultura.
Aunque los animales también socializan, viven en manadas o grupos, me viene a la mente un ejemplo: Cuando una manada de elefantes se encuentra frente a un cúmulo de huesos que identifican como de su propia especie y -aún mejor- de su propia manada, suelen hacer un tipo de ritual frente a éstos; tocan los huesos con sus trompas y pezuñas. Los elefantes tienen un tipo de sociedad relativamente compleja, llegan a comunicarse por medio de sonidos, algo que podría llamarse lenguaje y reconocen dichos sonidos como cierta comunicación.
En los animales podemos hablar de un tipo de sociedad y de comportamiento; en los seres humanos hablamos de cultura, los animales independientemente del lugar (mientras estén adaptados al clima) llevarán el mismo tipo de comportamiento mientras que el ser humano es diferente en cada continente, país o incluso familia
Aunque somos seres subjetivos creamos sociedades con las mismas cualidades, nos sentimos identificados con un grupo de personas que tienen de alguna manera el mismo tipo de pensamiento; el ser humano es magnífico por su capacidad de socializar y por la manera en que transforma su cultura, no al clima, como es el caso de los animales sino a sus propios ideales.
El desarrollo de la cultura del ser humano se encuentra influido por las distintas formas de pensamiento del mismo. 

Comentarios

Entradas populares